LA RELACIÓN QUE EXISTE ENTRE LA SALUD MENTAL Y UNA BUENA ALIMENTACIÓN

¿La máxima de Hipócrates “Que la comida sea tu medicina” también es aplicable a la atención de salud mental? Absolutamente, dice la Dra. Bonnie Kaplan, profesora de la Universidad de Calgary y pionera en un campo de resurgimiento de la investigación sobre la dieta y el papel que desempeña la nutrición en la salud del cerebro. Ella dice que la comunidad médica y psiquiátrica está redescubriendo las muchas conexiones entre la alimentación y la enfermedad mental, después de más de medio siglo de depender principalmente de los medicamentos de receta para el alivio.

“Desde el año 1950 más o menos, hubo una explosión en la investigación sobre medicamentos”, dice ella. “Las grandes farmacéuticas se hicieron cargo del tratamiento de las enfermedades psiquiátricas y perdimos siglos de conocimiento.”

Antes de eso sabíamos más; señala Kaplan y pone como ejemplo la edición del año 1855 del “People´s Home Library”, un libro que se encontraba comúnmente en los libreros de las familias americanas. En el cual, el autor T.J. Ritter diagnostica que la causa de la mayoría de las condiciones psiquiátricas son por una “nutrición imperfecta.” Ritter afirma que para la mayoría de las personas, la mejora de la dieta podría ayudar a mejorar la mente.

Sin embargo los proveedores de atención de salud mental del siglo 20, con demasiada frecuencia han dejado a un lado las propuestas de Ritter e Hipócrates, (quien mucho tiempo antes que Ritter postulaba)  practicaban mediante el tratamiento de los enfermos mentales con los suplementos de un nutriente o mineral a la vez.

“Ellos obtenían resultados mixtos, porque es simplemente ridículo “, dice ella . “Necesitamos que [los nutrientes] estén todos juntos en un equilibrio adecuado.”

Quizás pronto veremos a los psiquiatras prescribiendo productos en lugar de Prozac, de alguna forma, gracias a un cuerpo de investigación académica bastante reciente que ha demostrado un fuerte efecto que tienen los alimentos sobre la salud mental. Kaplan ha sido un líder en esta área, tras la publicación de varios estudios que relacionan el consumo de nutrientes con una mejoría en los trastornos del estado de ánimo en niños y adultos. En un estudio de 2012 con su colega Karen M. Davison, Ph.D., RD, publicado en el Canadian Journal of Psychiatry, los autores reclutaron a 97 adultos con diagnóstico de un trastorno del estado de ánimo para tomar registro de sus dietas y estados de ánimo (cómo se sentían lo largo de cada día) durante un período de tres días. Al final del estudio, Kaplan y Davison encontraron que la vitamina y la ingesta de nutrientes de los participantes fue “coherente y fiable” asociado con mejor estado de ánimo y la salud mental.

Otros estudios han mostrado resultados similares e incluso identificado dietas específicas que parecen estar asociados con un cerebro sano. Los estudios epidemiológicos, por ejemplo, han relacionado a la dieta mediterránea compuesta en su mayoría por verduras, frutas, frutos secos y un montón de aceite de oliva con una mejor función cerebral. Pero la dieta de una buena salud mental no se inicia y termina sólo con comida para conejo. En un análisis del año 2011 de más de 5.000 noruegos, Michael Berk, profesor de psiquiatría en la Escuela de la Universidad Deakin de Medicina en Australia y sus colaboradores encontraron menores tasas de depresión, ansiedad y el trastorno bipolar entre las personas que consumen una dieta tradicional de carne y verduras que entre las personas que siguieron una dieta moderna cargada de alimentos procesados y comidas rápidas; incluso una dieta de alimentos saludables de tofu y ensaladas.

“Las dietas de los tradicionales, que son los tipos de alimentos que tu abuela reconocería – se han asociado con un menor riesgo de problemas de salud mental”, dijo Berk para The Washington Post.

Seamos realistas, sin embargo: Un enfoque holístico en la atención de la salud mental es necesario, y hay momentos en los que aquellos que viven con varios trastornos necesitan una pastilla (o tres), junto con un plato de alimentos integrales, puros y naturales. Pero con un nuevo cuerpo fuerte dentro de la investigación e incluso una sociedad internacional de investigación, Kaplan da paso a su sueño de que algún un día habremos restaurado un equilibrio adecuado entre la nutrición y salud mental; algo que Hipócrates reconocería más fácilmente.

“En mi mundo ideal, la dieta y la nutrición son el tratamiento primordial”, dice ella . “Y el medicamento se usa como un suplemento.”