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Posted on 09.04.2014 / by Coral Heuzé
Cómo se habla de la comida, qué valor se le da y lo que comes cerca de tus hijos es importante. El ejemplo que les des será el marco de referencia para que tu hijo comprenda que amor y el respeto hacia los alimentos también significa amar y respetar su cuerpo. Los niños necesitan entender que los alimentos no sólo son una parte vital de aprender a amar sus cuerpos, sino que también ayudan a sus cuerpos aún más por la elección de alimentarse de forma saludable. Muestra un compromiso real con tus hijos al mantenerse fiel a tu propio cuerpo. Aquí están algunas sugerencias.
1 . Comer grasas saludables.
Los aguacates, nueces, semillas, productos lácteos enteros, aceites saludables, como aceites de aguacate y coco. Enseña a sus hijos que las grasas son un nutriente esencial y deben ser respetados como tales. La grasa es en realidad una parte muy importante de una dieta saludable, por lo que nunca digas a tus hijos que la grasa es mala. En cambio, demuéstrales que comes una buena cantidad de grasas buenas.
2 . Comer el desayuno.
Si sabes que es bueno para ti, asegúrate de que tus hijos no van a la escuela con el estómago vacío. Establece las mismas prácticas saludables para ti y predica con el ejemplo. Tus niños son más propensos a seguir comiendo el desayuno si te ven haciendo lo mismo.
3 . Come con sus hijos en las comidas regulares.
Siéntate con ellos y evitar comer en el camino. Abstenerse de comer bocadillos en la comida que estás preparando para tus hijos, ya que esto hará que no quieras comer una comida equilibrada con ellos. Comer de forma consciente de comer le dará a tu intestino y el cerebro tiempo para comunicarse y no sentirás la urgencia de seguir comiendo. Permite que las comidas sean un momento en familia en la que todos se sientan juntos. No sólo va a digerir mejor los alimentos, pero vas a inculcar este principio saludable en tus hijos.
4 . Disfruta de la comida .
No coma cosas que no te gustan pero piensas que son saludables, el placer es una parte importante de la digestión. Encontrar alimentos sanos, sin procesar que apelan a tus papilas gustativas. Esto es vital para conseguir una buena relación con los alimentos que le estás demostrando a tu familia. La comida es alegría, que debe valorarse y ser exquisita en todos sentidos.
5 . Evita los alimentos procesados .
En su lugar, cocinar algo tan delicioso y saludable. Serás capaz de compartir esta rica y nutritiva comida con tu familia, al mismo tiempo que sabes que les haces un bien a sus cuerpos. Invita a tus hijos a que te ayuden a cocinar y anímalos a entender y preguntarse de dónde vienen sus alimentos.
6 . Evita los alimentos “bajos en grasa” o endulzados artificialmente.
En su lugar, utiliza la grasa cuando esta se pide, sobre todo con los productos lácteos. Vas a comer menos en última instancia de la misma, ya que tu cuerpo las reconocerá como grasas y señalará a tu cerebro que estás satisfecho. Si almacena el refrigerador con productos bajos en grasa, le das a tus hijos el mensaje de que hay que evitar la grasa.
7 . ¡No hagas dieta!
Los niños que crecen en torno a padres que siempre están hablando de dietas, tienden a ser personas que también hacen dietas. En lugar de utilizar la palabra “dieta”, opta por el uso de palabras como la alimentación saludable, integral y consciente. Todos sabemos que las dietas de moda no funcionan a largo plazo, pero si cambian su percepción y sobre todo tus hábitos es posible hacer un cambio.
8 . Trata de no hacer referencia a algunos alimentos como “malo”.
Etiquetar los alimentos como los malos puede hacerlos parecer como prohibidos, lo que lleva a la curiosidad y aumenta el atractivo cuando tus hijos están en una fase de rebeldía. También conduce a sentimientos de culpa cuando se consumen estos alimentos. Es inevitable que tus hijos van a querer comer alimentos con alto contenido de azúcar en algún momento, estos alimentos traen sus propias consecuencias físicas y mentales como los golpes bajos de azúcar, por lo que no añadas la culpa en la mezcla. Si no les prestas atención, tus hijos van dejar por sí mismos estos alimentos cuando vayan sintiendo la baja de azúcar.
9 . Nunca, nunca, hablar mal acerca de tu cuerpo.
Pero sobre todo no hacerlo delante de tus hijos. Hay que predicar con el ejemplo. Si no demostramos amor propio y aceptación, tus hijos no van a entender ese valor. Nota la manera que piensas y hablas acerca de tu propio cuerpo. Si es diferente a la forma en la que hablarías con un amigo, tienes que trabajar en ser más amable contigo.
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