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Posted on 29.07.2014 / by Coral Heuzé
Una de las mayores preocupaciones con el suministro de alimentos en la actualidad es la toxicidad y la falta de nutrientes. Esto comienza desde la semilla, el suelo se planta, seguido por el tratamiento que recibe durante su fase de crecimiento. Pero si eso no fuera suficiente, una mayor degradación de los alimentos se lleva a cabo entre la cosecha y el plato. Estas son las tres formas más prominentes.
TRATAMIENTO
La categoría de alimentos que más se consumen y más procesados son sin duda los granos. A menudo se someten a un proceso que les deja con una fracción del valor nutricional que tenían cuando se recogieron inicialmente con el fin de producir muchos tipos de productos de harina.
Para comenzar este proceso, el brote de salvado contiene un alto valor nutritivo y fibra en la cáscara, pero ésta se retira dejando sólo el endospermo amarillo claro, que es prácticamente todo el almidón con muy poco valor nutricional y un alto índice glucémico.
Después de eso, con el fin de evitar el proceso de envejecimiento y añadir vida útil, así como mantener el color blanco y limpio, el endospermo se tritura y se trata con cloruro para blanquearlo al instante. Un subproducto de este proceso es aloxano, que se utiliza para inducir la diabetes en animales de laboratorio para la prueba médica.
Lo que queda es un alimento que tiene un mero remanente de su valor de nutrientes originales.
CALENTAMIENTO
Otra forma en que los nutrientes en los alimentos se destruyen es a través de la calefacción. Varios fitonutrientes, enzimas, probióticos y vitaminas no sobreviven el proceso de calentamiento, que agotan de estos nutrientes vitales de la comida.
Un proceso de calentamiento que tiene lugar antes de que la comida llegue a la tienda, es la pasteurización. Esto se hace habitualmente con los productos lácteos con el fin de eliminar las bacterias que puedan estar presentes durante el proceso de recolección. Desafortunadamente, una vez que se pasteuriza, se han eliminado todos los nutrientes delicados y beneficiosos como enzimas y bacterias buenas, que son cruciales para la digestión y la salud adecuada.
Otra práctica muy común es cocinar los alimentos en hornos y en placa de cocina a altas temperaturas durante períodos prolongados de tiempo, lo que resulta en la destrucción de varios nutrientes.
Por último, el microondas es la peor manera de cocinar los alimentos, ya que excitan a las moléculas de agua en el interior de lo que está cocinando, haciendo que el calor se forme a partir de dentro hacia fuera. Esto resulta en una destrucción de célula por célula de la comida, lo cual causa la descomposición molecular y casi el total de las vitaminas y fitonutrientes que ayudan a evitar las enfermedades.
Esto promueve que los alimentos calentados queden casi completamente muertos, dejando nada más que calorías vacías, fibra y minerales. Prácticamente todas las vitaminas y fitonutrientes han sido destruidos.
IRRADIACIÓN
Este proceso expone a los alimentos a los materiales radiactivos, tales como el cesio-137 y el cobalto-60, para matar insectos, bacterias, mohos y hongos, evitar la germinación, y extender la vida útil.
Desafortunadamente, los alimentos que han sido irradiados pierden gran parte de su valor nutricional. La irradiación puede destruir entre 5 y 80 por ciento de las vitaminas y los nutrientes que se encuentran en una variedad de alimentos incluyendo vitaminas esenciales A, complejo B, C, E, y K. Como un ejemplo, los huevos irradiados pierden 80 por ciento de la vitamina A y el jugo de naranja pierde 48 por ciento de beta-caroteno.
Aunque el proceso de calentamiento y la irradiación se hacen a menudo por organizaciones no gubernamentales para reducir el número de enfermedades transmitidas por alimentos, se ha creado indirectamente una política que aumenta el número de personas muertas por las infecciones y las enfermedades crónicas debido a la destrucción de los probióticos, enzimas y otros nutrientes que ayudan al cuerpo a resistir y destruir la infección en el cuerpo.
La conclusión es que más entero, crudo, fresco y orgánico el alimento consumido, más saludable el sistema inmunológico y la desintoxicación que destruyen tales patógenos dañinos.
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