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Posted on 11.04.2014 / by Coral Heuzé
Es común que al decidir estar más saludables, cometamos ciertos errores por falta de información o por no saber cómo hacerlo…
Aquí están los tres más comunes, que si los haces consientes puedes llegar con mayor facilidad a cumplir tu objetivo.
1 . Hacerlo con el fin de perder peso.
Uno puede pasar por varios procesos en la búsqueda de la salud y después años de experiencia y pasar de ser un comedor compulsivo para prácticamente luego dejar de comer, siguiendo más o menos la dieta de moda, comer un yoghurt descremado, un café latte con leche light, mientras te tomas un refresco de dieta… pero realmente, la salud y el bienestar no es lo que vas a lograr.
La conclusión es que el ser delgado no es igual a ser feliz y la elección para estar saludable por temor (es decir, el miedo a estar gordo) significa que estás creando un patrón negativo de pensamiento inconsciente incluso antes de empezar. Si tienes sobrepeso, entonces la pérdida de peso va a ser un feliz efecto secundario de crear una rutina de auto-cuidado que se centra en algo más profundo, el bienestar, como el objetivo principal. Si estás pensando en este mismo momento en hacer una dieta para bajar de peso, es posible que tengas que revaluar la meta.
2 . No tener una red de apoyo.
Muchas veces nos sometemos a dietas locas, planes de ejercicios y horarios sin decírselo a nadie. La mayoría de las veces esto se debe a que en el fondo sabemos que lo que estamos haciendo no es en realidad “saludable” y por lo tanto se puede volver extremo. ¿Por qué no logramos alcanzar muchos de nuestros objetivos? Se debe a la falta de apoyo.
El aspecto clave de cualquier nueva rutina, si quieres hacer que funcione, está en tener una red de apoyo sólida detrás tuyo, que se va a hacer responsable. Alguien que lleve un registro, que conoce el esfuerzo que estás haciendo y con quién puedas acudir cuando las cosas se ponen difíciles. Igual que tener un entrenador personal esperándote en el parque a las 6 de la mañana, es una persona que trabaja para saber que tienes una gran red a tu alrededor animándote.
3 . Fallar al prepararse.
Es posible que hayas escuchado que no prepararse es planificar el fracaso y esta es la razón por la cual hay que poner más atención. Imagina estos escenarios: Estás en el coche en camino a una reunión y es hora de almorzar. Estás en el medio de la nada y lo único que encuentras son un par de hot dogs fritos y una lata de refresco.
O: Estás sentado en tu escritorio de trabajo y te das cuenta de que tu estómago está gruñendo de hambre. “Dame de comer”, dice, por lo que te pones de pie y vas directo a la cocina de la oficina. Te encuentras con un tarro de galletas rellenas de crema y en la refrigerador un paquete de rebanadas de queso de plástico y 1/2 litro de refresco. ¿Qué haces?
Has un plan, crea una lista de compras. Compra tus alimentos en el mismo día cada semana, si puedes. Obtén algún tipo de contenedor de alimentos y ponle tu nombre con el marcador más permanente que puedas encontrar.
En lugar de beberte todo el vino y la cerveza el domingo por la tarde, diseña tus envases bonitos y el paquete completo de comida deliciosa y equilibrada para la próxima semana . O ve a las tiendas en tu hora de almuerzo y llena ese refrigerador de la oficina con los aguacates, huevos, frutos secos, semillas, yogur de grasa natural, latas de atún, las frutas y verduras se puede comer crudas.
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